Sepulcro dotado por Fernando de Robles y María Pérez Piñero en 1559, como reza la extensa inscripción que luce bajo los dos ángeles tenantes que portan el escudo de los finados.

Conocido como el altar de alabastro o de la Quinta Angustia, en alusión al material y a la excelente escena que acogida en el arco inferior talló Lucas Mitata, la organización arquitectónica se debe a Pedro de Ibarra y la decoración pictórica a Juan de Borgoña el Joven.

Lucas Mitata es un escultor del s. XVI que permanece a la sombra de las grandes figuras de la escultura del renacimiento castellano (Alonso Berruguete y Juan de Juni).

Desarrolló su actividad en la comarca de Ciudad Rodrigo y posteriormente en el norte de Extremadura. En la ciudad del Águeda y su comarca dejó obras de gran valor artístico como este altar de alabastro, diversos cristos crucificados como los de El Bodón o Monsagro, y, sobre todo el retablo de la iglesia de San Juan Bautista de Fuenteguinaldo.

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