La posición geográfica vuelve a ser la clave para que Ciudad Rodrigo sea un lugar privilegiado para el contacto con la flora y la fauna.
El valle disfruta de un clima ligeramente más cálido que el de la región central de la provincia de Salamanca.
El recinto amurallado se encuentra en los 653 m de altitud, y los barrios extramuros se sitúan por debajo de esta cota. La cercanía y la escasa altitud de la Sierra de Gata trae influencias extremeñas, mientras que la proximidad relativa al mar provoca mayores precipitaciones que en el interior de la Meseta Norte.
La diversidad vegetal se refleja en la variedad de fauna. Sólo en el término de Ciudad Rodrigo se han catalogado más de 300 especies de vertebrados, aunque no todas ellas conviven en los mismos periodos. Las aves, por ejemplo, cambian sus comunidades con las distintas estaciones del año.
El visitante curioso por la naturaleza puede añadir a sus actividades una experiencia de conocimiento tranquilo, lleno de alegrías para los sentidos y continuamente renovado a lo largo del año, ya sea en la propia ciudad o en el término municipal. Y, por supuesto, en la comarca.
