La portada meridional o de las Cadenas, fruto en su mitad inferior de la primera campaña de trabajos y que al igual que la portada norte denota una clara asimetría respecto del hastial (potenciada por el gran rosetón abierto en lo alto bajo un arco conopial), queda precedida por un atrio configurado en su aspecto actual en 1783.

La puerta voltea arco de medio punto y tres arquivoltas que descansan en columnas con capiteles animados con motivos vegetales los extremos y con arpías los centrales.

Sobre ella, y bajo el arco escarzano que cobija la entrada, brillan cinco magníficas esculturas del primer tercio del s. XIII, que representan a El Salvador, en realidad una maiestas domini, flanqueado por San Juan, San Pedro, San Pablo y Santiago.

Encima del arco escarzano discurre una galería de doce arcos apuntados, ciegos y profusamente engalanados, que apean en columnas con capiteles decorados con motivos vegetales, aves y cabezas, y que acogen otras tantas esculturas góticas, labradas en torno a 1230, y que ya fueron identificadas con personajes del Antiguo Testamento.

De izquierda a derecha son: Abraham, Isaías, la reina de Saba, Salomón, Ezequiel, Moisés, Melquisedec, Balaam, David, Elías, San Juan Bautista y Jeremías.

Hacia la cabecera lucen dos arcos ciegos superpuestos, amparando el superior la escultura de una Virgen que sentada sostiene a modo de trono, de sedes sapientiae, al Niño Jesús en sus rodillas.

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