La gastronomía salmantina, la mirobrigense en particular, destaca por su riqueza en la variedad de platos y recetas basados en los productos autóctonos: garbanzos, alubias, patatas y cebollas. Sin que falten los productos de las huertas de las zonas ribereñas: tomates, ajos, lechugas y pimientos.

Primeros platos

Los pilares básicos de la gastronomía de la Comarca de Ciudad Rodrigo han sido, y son, tres, como las columnas: los garbanzos, las alubias y las patatas, guisados de múltiples maneras y combinaciones. Hay que añadir los productos complementarios de las huertas, como los tomates de Ciudad Rodrigo, las ñoras (pimientos), las cebollas de Espeja y las lechugas merinas, que conforman unas excelentes ensaladas.

Estos y otros productos de gran calidad se pueden adquirir los martes en la Plaza del Buen Alcalde de Ciudad Rodrigo, donde los productores de la huerta rodericense ofrecen sus productos en un mercado franco desde tiempos de Isabel la Católica. Dicho privilegio fue concedido por los Reyes Católicos en 1475, como compensación por los continuos conflictos sufridos por la ciudad con el vecino reino de Portugal. Este mercado libre de impuestos atraía, como hoy, a comerciantes de toda la zona, facilitando así la adquisición de todo tipo de productos a los mirobrigenses.

Las carnes

La provincia de Salamanca es conocida por la calidad y por la variedad de sus carnes, y la comarca de Ciudad Rodrigo es un claro exponente de ello. En las dehesas de la zona se crían el toro bravo, la vaca morucha —cuya carne cuenta con Indicación Geográfica—; el cerdo ibérico, alimentado con sabrosas bellotas de nuestros encinares; el cabrito y el cordero.

Entre todos ellos sobresale el cerdo ibérico, ya que de él se obtienen unos embutidos y jamones de primerísima calidad que poco a poco están siendo reconocidos como se merecen. Su obtención doméstica conlleva todo un ritual, de duro nombre pero de sabroso resultado: la matanza, un día de celebración y alegría en el que se procede al sacrificio del cerdo y a la elaboración de sus carnes, en toda una sarta de diferentes productos que ofrece este sabroso animal.

Los clásicos embutidos —chorizo, salchichón, lomo y jamón, a los que debemos añadir el farinato y la morcilla— característicos de la gastronomía mirobrigense, y cuya elaboración varía de unas zonas a otras de la comarca, son muestra en todas las mesas de la riqueza y la calidad gastronómica de esta zona salmantina.

Los postres

Como colofón de la sabrosa comida podremos degustar los postres típicos de la comarca, capaces de endulzar con las almendras de la zona de las Arribes los paladares más selectos. Entre ellos, los repelaos de La Bouza y Puerto Seguro; el bollo maimón o rosca, que no puede faltar en las bodas y fiestas de los pueblos de la comarca; las obleas, las natillas caseras y las perronillas, unas pastas a las que se les suele añadir licor y alguna especia.

Todos estos productos y platos pueden ser degustados acompañados de un buen vino de las Arribes del Duero, de la Sierra de Francia o de la Sierra de Gata cacereña; o, incluso, de los elaborados en la Comunidad de Castilla y León (Duero, Toro, Cigales, Rueda…).